EL DEBIDO PROCESO

La Tribuna

Editorial Telenoticiero Abriendo Brecha

A los hondureños, por estar inmersos en las miserias de la política sectaria, se nos pasan los grandes acontecimientos que corresponden a la memoria histórica del mundo, que han tenido que ver con la evolución de las sociedades que se instauraron para vivir en el marco del Derecho. Hoy estamos viviendo en Honduras una época de cambios, que a muchos no les provoca la gana de percatarse que los tienen enfrente de la nariz, porque la obcecación los obnubila y prefleren hacerse cuando no los ciegos, por lo menos aparentar miopía.

Hace 800 años nació la era del constitucionalismo, cuando el Rey Juan I de Inglaterra firmó la Carta Magna, un documento que significó un salto cualitativo en la evolución de los derechos fundamentales, cuando las personas dejaron de ser considerados súbditos para convertirse en ciudadanos. En ese momento la primera carta magna, es decir la primera constitución moderna, dio cabida al debido proceso que consiste en los procesos legales en donde se deben probar los delitos en estricto apego a las leyes, previo a privar de libertad a un ciudadano. Este fue un gran paso en la historia del Derecho en la humanidad, porque antes de que la Carta Magna estableciera el debido proceso, las leyes, los jueces y procedimientos eran sujetos a los caprichos de un Rey a y a las arbitrariedades del poder.

La historia registra muchos casos de textos constitucionales que se ven como una camisa de fuerza cuando surgen gobernantes cegados por la ambición del poder, con la tentación de no querer aplicar las leyes. En Honduras, en los actuales momentos estamos viviendo un tiempo en que todos hablamos de luchar contra la corrupción y el gobierno es el primero en enarbolar la bandera de acabar con los corruptos y la impunidad.

El pueblo hondureño exige que todos cuantos sean señalados como corruptos vayan de inmediato a la cárcel, un anhelo que se interpreta correctamente por los muchos años en que hemos visto una secuela de corrupción que se agiganta porque ni el gobierno ni el sistema jurídico habían manifestado la voluntad de perseguir los actos de corrupción, a sus autores y sus cómplices, para frenar la corrupción y acabar con el estado de impunidad. Pero, debemos recordarle a nuestros conciudadanos que siendo Honduras un Estado de Derecho, regidos por una Constitución que es nuestra Carta Magna, todos estos casos de corrupción deben ventilarse dentro del marco del debido proceso. Esto es que a cada persona requerida legalmente por asuntos de corrupción, debe ser sometida a procesos legales ante los tribunales competentes, para que mediante el juicio respectivo se le pruebe el delito en estricto apego a la Ley.

No se puede como piensa el común de la gente, que el asunto solo es de agarrar al requerido y ponerlo de inmediato en la cárcel, esto solo ocurre en los gobiernos de corte autoritario como Cuba, Venezuela y antes la Unión Soviética. En Honduras hay que someter al requerido al debido proceso antes de privarlo de la libertad, cuando ocurre un caso de esta manera las autoridades cometen abuso de poder y se exponen a que los agraviados interpongan por la vía de la reconvención una demanda contra esas autoridades.

La primera enmienda de la Constitución de Estados Unidos en 1789 se hizo para defender la libertad de expresión, la libertad de pensamiento y para que los ciudadanos se pudieran defender de los agravios gubernamentales.

Todo buen hondureño apoya la lucha contra la corrupción, pero esta carrera no puede ganarse por la ruta de la arbitrariedad, porque pasaríamos de ser una democracia a un régimen autoritario. Y el abuso de poder de las autoridades también corresponde a la corrupción, porque solo los corruptos son los que se saltan las trancas de la Ley.

Nuestra gente debe conocer este punto, porque no es asunto solo de requerir a una persona por actos de corrupción y meterla a la cárcel, esa persona, aunque sea un supuesto corrupto está amparado en la Ley y tiene derecho al debido proceso antes de ser privado de su libertad.

Es bueno conocer la historia de la primera carta magna emitida en Inglaterra hace 800 años, de donde parte el constitucionalismo moderno. Hoy, en esta corriente contra la corrupción, los hondureños debemos saber qué cualquier caso de corrupción al estar en manos de la justicia se debe procurar que una persona debe tener acceso a un juicio imparcial e independiente de las injerencias políticas, teniendo la presunción de inocencia hasta que el tribunal no emita sentencia. Y como hemos dicho, lo deseable es que sea una pronta justicia.